Localizado en el típico pueblo de Madremanya, detrás de un campo de coloridos girasoles, La Plaça no es sólo un alojamiento requintado, es también un renombrado lugar conocido por su fabuloso restaurante. El histórico edificio, que se remonta al tiempo de los romanos, está construido en piedra y se integra tan bien con la arquitectura de la villa que no sabrá discernir dónde empieza o acaba el hotel. Los acogedores apartamentos están bien decorados, cada uno de ellos, además de con chimenea, mobiliario de alta calidad, luces pequeñas y velas, cuenta también con una cocina muy bien equipada y una estupenda terraza. Las habitaciones son cómodas y agradables. El bonito pueblo circundante es encantador. Podrá perderse fácilmente en paseos e incursiones a través de las pequeñas y sinuosas calles empedradas -un lugar perfecto para pasar unos días de relax.
We stayed at La Plaça, at short notice, with our 2 dogs for one night only, and i am sure we have found a hotel to return to again and again for many years to come
From the minute we contacted the hotel to say we were running late and lost (sat nav...), they could not have done enough for us all, making us extremely welcome and going way beyond the norms of hospitality, and in such fantastic surroundings.....
Quite simply the best experience
relax total
por JORDI Gimenez
Fecha de la estancia 03/10/2014
excelente restaurante ubiacado en perfecto lugar, una gran escapada. lo unico, me parecio algo cara la suite por las prestaciones. la habitacion algo anticuada para el precio. el resto fanatstico, madremanya es un pueblo q merece una visita.
la calidad de la cocina espectacular.