¿Quién necesita Languedoc o Provence cuando tenemos esta joya por descubrir que es Midi–Pyrénées? No decimos esto muy en serio, ya que esta parte del mundo recuerda mucho a los que sus más famosos vecinos fueran hace unos años: un idílico paraíso al que el turismo masivo aún no ha llegado. Y encima nos ofrece un sitio como Cuq en Terrasses para explorarlo todo. Situado cerca de Toulouse, este adorable sitio domina una pequeña aldea que seguro no tiene más de 15 casas. Pequeña en tamaño pero llena de carisma y con unas vistas que cortan la respiración se mire hacia donde se mire. Todas las siete habitaciones sacan el mayor provecho a las magníficas vistas, algunas mirando a la colina y otras a la plaza del pueblo. Todas son espléndidas – así como las habitaciones decoradas de forma sencilla pero con gusto. La madera, por ejemplo, se usa abundantemente dando un ambiente cálido e íntimo, mientras que los amplios ventanales permiten que la luz natural de la zona entre a raudales. El jardín y la piscina también son encantadores. Y uno de los placeres de nuestra estancia será el restaurante casero, con comida sin pretensiones pero deliciosa – lo que se agradece pues no hay muchos restaurantes por estos parajes.