Una preciosa y escondida casa de campo, que combina el encanto rural con la comodidad moderna. La Masseria Montelauro es uno de esos maravillosos establecimientos cada vez más difíciles de encontrar hoy día, por lo que nos alegró descubrirlo en nuestro viaje. Es un sitio privilegiado – un pequeño hotel familiar, reconstrucción de una casa rural en las afueras del pueblo costero de Otranto. ¿Qué tiene de especial? La atmósfera, la sencilla pero efectiva decoración, el paisaje, los maravillosos anfitriones – en fin, todo. La restauración, por ejemplo, se ha llevado a cabo con total respeto a los rasgos originales, manteniendo los colores y el ambiente mediterráneo. Superior rooms, junior suite e la suite tiene como característica el techo de viga cruzada y ha sido decorado con el máximo esmero hasta un alto grado de comodidad. Tradicional, rural y contemporáneo. Diseñado de forma que cada cual tenga acceso directo al jardín. Si, el jardín con sus olivares, una apetecible piscina y un árbol de sombra – así como su cómoda ubicación, son los puntos fuertes de la casa. Pero esta tranquilidad no impide otro tipo de actividades: a los niños les encantará el castillo medieval así como una pequeña playa de arena a diez minutos en coche de la ciudad portuaria. Para finalizar, no podríamos frasearlo mejor que Elisabeta y sus dos hijas, las encantadoras dueñas, que dicen que “Despertarse en Montelauro es un rayo de luz que ilumina las bóvedas de piedra de los cuartos. Las vacaciones aquí son siempre demasiado cortas”.