Un diseño contemporáneo en el corazón histórico de Barcelona Desde luego no se puede criticar la ubicación del hotel Cram. Cerca de Las Ramblas y la Plaza de Cataluña y rodeado de la arquitectura más emblemática de la ciudad, el Cram encaja perfectamente con la rica herencia que lo rodea, gracias a esa elegante fachada de finales del diecinueve. Pero una vez dentro, a los huéspedes les espera una sorpresa. El interior, sin adolecer de refinamiento, es un puro contraste de modernidad en profusión. Sólo hay que ver como combinan los techos oscuros con el suelo baldosado, el vestíbulo incorporando un bar, los colores que van desde el naranja, pasando por el violeta hasta el burdeos. Este modernismo tan gratificante está por todas partes. El patio central, por ejemplo, utiliza iluminación natural mientras que las espaciosas habitaciones traen consigo una interesante innovación: los huéspedes pueden escoger diferentes iluminaciones (bienvenida, fiesta, romántica, nocturna). En cierto modo, el Hotel Cram es como la misma Barcelona; abrió sus puertas en febrero 2005 y no ha dudado en moverse hacia adelante a modernos y atrevidos pasos. El restaurante Gaig, que fue inaugurado en 1869 y presume con orgullo de una estrella Michelin, se encuentra ahora en el interior del Cram, consiguiendo que la estancia allí sea doblemente deliciosa.