Haus am Turm

Vipiteno se camina con la mirada en alto: tejados empinados, frescos en las fachadas, el ritmo pausado de un pueblo alpino con historia. A pocos pasos de su torre medieval, una casa de piedra alberga hoy un pequeño hotel con espíritu propio. El Haus am Turm, antiguo juzgado del siglo XIV, ha sabido transformarse en un alojamiento de autor donde el silencio, la luz y la proporción marcan el tono.

Sus 12 habitaciones, cada una diferente, combinan suelos de madera natural, ventanas insonorizadas, mobiliario sobrio y baños privados. Algunas cuentan con balcón; otras miran discretamente a las calles empedradas. En todas reina una sensación de orden sereno, sin adornos innecesarios.

El desayuno es otro punto fuerte: pan local, mermeladas caseras, quesos del valle, fruta fresca, opciones sin gluten ni productos animales, todo servido en una sala luminosa donde la madera clara y el diseño contemporáneo conviven sin estridencias.

En la planta superior, una pequeña sauna y una terraza con vistas al campanario y las montañas ofrecen un respiro al final del día. La atención por parte de los propietarios —discreta, amable, precisa— suma una capa de bienestar que muchos huéspedes destacan.

Quienes valoran la gastronomía tienen un motivo más para quedarse: el restaurante Vinzenz, abierto en el mismo edificio, sirve cocina centroeuropea bien ejecutada en un entorno que equilibra lo moderno con lo acogedor. El pequeño bar y lounge anexo completa la experiencia con elegancia sin pretensión.

La ubicación es otro de sus aciertos: en pleno centro peatonal, a unos 10 minutos caminando del teleférico de Rosskopf, que da acceso tanto a pistas de esquí como a senderos de montaña. A pesar de la cercanía con todo, el ambiente dentro del hotel es tranquilo, silencioso y resguardado.

Ventajas:
– Edificio histórico cuidadosamente restaurado
– Solo 12 habitaciones: ambiente íntimo y personal
– Excelente desayuno con opciones dietéticas
– Sauna y terraza con vistas
– Restaurante propio de nivel
– Atención cercana y profesional

A tener en cuenta:
– No dispone de ascensor: las escaleras pueden ser un reto para personas con movilidad reducida
– Algunas habitaciones dan directamente a la calle: buena insonorización, pero no todas tienen vistas abiertas
– El aparcamiento es externo (zona peatonal), aunque hay opciones cercanas

Ideal para viajeros que aprecian los espacios bien diseñados, la tranquilidad y una conexión sincera con el entorno. Aquí, la historia se escucha en voz baja y el confort no se anuncia: simplemente se siente.