En la parte antigua de Palma y junto a la Catedral se encuentra este antiguo palacete, del siglo XVI, que ha sido cuidadosamente restaurado y habilitado para hostelería por el agradable matrimonio galés Pollard. El interior de este hotel de lujo es majestuoso, con una impresionante escalera de piedra que conduce a unos grandes salones, un interesante comedor que representa una fiel réplica del de Monet en Giverny, y un pequeño patio con una fuente. Todo ello se completa con varias terrazas soleadas, e impregnando todo el ambiente con un refinado aire de épocas pasadas y de historia encontramos esculturas, cuadros y antigüedades por todos los rincones. Las doce habitaciones –siete de las cuáles suites– tienen nombres de famosos músicos y han sido tratadas con mimo para ofrecer el máximo confort unido a un misterioso aire de requinte. También cuenta con una piscina climatizada cubierta. Este maravilloso palacio está emplazado en el bonito barrio gótico de la capital: verdadero corazón de la isla para hacer turismo e incluso ir de compras.