Hotel Can Cera

Hay una razón por la que el Can Cera se encuentra en el mismísimo centro del casco viejo dentro da las murallas de la ciudad y entre las plazas de Santa Eulalia y de San Francisco. Es muy, muy antiguo. De hecho, más de 700 años lo que lo convierte en uno de los edificios más históricos de Palma. Tenemos que retrotraernos a 1232 cuando Jaume I conquista la isla de Mallorca con tropas catalanas y aragonesas. Siglos más tarde estas edificaciones sufren numerosas restauraciones, siendo las más importantes las del siglo XVII cuando arquitectos del Renacimiento italiano estimulan la creación de los célebres patios que proporcionarán a las casas su atractivo – si bien austero – carácter. Esa fue nuestra lección de historia. Curiosamente es sólo ahora cuando estos inmuebles tan especiales están empezando a ser convertidos en hoteles.
Esto es hasta cierto punto una bendición. El Can Cera ha sabido combinar historia con cualidades del siglo XXI y ofrecer al viajero perspicaz el buen gusto del pasado con el servicio más moderno. Lo comprobamos en sus 12 amplias y suntuosas habitaciones (siete de las cuales son suites) de techo alto y estucados en relieve, balcones y adornos palaciegos de antaño.
También presume de todas las comodidades del presente, como no podía ser menos: WiFi, jacuzzis, yoga, spa – todos esos lujos están allí y también aquellos pequeños placeres intangibles como las atenciones del personal; las vistas al viejo pueblo desde la terraza; o el moderno bar Gastro.
Puede que sea longevo en años, pero es joven de corazón.