The Baker's Cottage

Por la mañana, sales al deck y te recibe la fragancia de viñedos y cítricos. The Baker’s Cottage se inserta discretamente entre colinas y sustenta la vista en el Picota, segundo pico más alto del Algarve . Esta casita, una antigua panadería, se ha convertido en un retiro elegante para dos 

El interior es pequeño pero lleno de carácter. Muebles vintage cuidadosamente elegidos—una lámpara de Luigi Massoni de los 60, sillas Bruno Rey—aportar un sello personal. La estufa de leña y la calefacción radiante crean un ambiente cálido al anochecer.

Al exterior, se suceden varias terrazas privadas: comedor al aire libre, espacio de relax, plataforma para yoga. Pero el verdadero protagonista es la piscina natural: un antiguo depósito de agua, hoy alimentado por manantial, sin filtración ni química, en plena comunión con la naturaleza 

El dormitorio en el altillo es acogedor y está envuelto bajo las vigas del techo. Desde allí contemplarás olivos y naranjos meciéndose. El baño minimalista, con ducha de lluvia, completa la experiencia silenciosa y refinada.

A un paso, te esperan paseos por la sierra de Monchique, con su aire embriagador. El casco histórico, los baños termales y los talleres artesanales quedan también al alcance. Aunque las playas están a 30–45 min en coche, aquí prima un ritmo mucho más tranquilo 

Atención al viajero

• La habitación en altillo requiere subir escaleras, no apta para movilidad reducida.

• Pensada para dos personas, no para alojar familias.

• La piscina natural puede parecer turbia ocasionalmente: forma parte de su esencia orgánica.