Sa Pedrissa

Localizada entre el mar y las montañas, las vistas que Sa Pedrissa ofrece de la Sierra de Tramontana, son simplemente impresionantes. Y es que las vistas son una parte integral de la experiencia aquí. Esta granja y prensa de aceite del siglo XVII, que perteneció en su época al Archiduque Luis Salvador de Austria, se utilizó como puesto de vigilancia. ¡Muy buena elección por cierto!
Puedes elegir entre nueve habitaciones, cada una con vistas fabulosas del mar y decoradas en lo que podríamos denominar estilo lujoso-rústico mallorquín. Ni demasiado, ni demasiado poco, justo en la medida correcta. Cada una está bellamente acabada pero las más impresionantes de todas son sus suites. La Suite Torre, que ocupa dos pisos, y la Suite Mar y Montaña, un apartamento con su propia y amplia terrza.
Uno de los muchos puntos fuertes de Sa Pedrissa es el desayuno. Se sirve en la terraza, siempre que el tiempo lo permita, y consiste en todo tipo de zumos recién exprimidos, yogures, embutidos y diferentes clases de pan. Una forma espléndida de empezar el día. Y su restaurante, que sirve cocina mediterránea basada en ingredientes frescos, también es fantástico.
Sa Pedrissa es uno de esos sitios, con tanto que ofrecer, de los que resulta difícil marcharse. En cualquier caso si lo consigues, aunque sea por un tiempo, puedes llegar tras un paseo de 20 minutos a la cala de Calle Deià. Soller también merece una visita. Un pequeño pueblecito encantador, con un entramado de callejuelas estrechas y una gran oferta de bares de tapas, cafés y restaurantes.