Villa Verdicchio - B&B with wellness for winelovers

A veces basta con una sonrisa, una sugerencia dicha en el momento justo, un desayuno preparado con mimo. Lena y Roberto no necesitan grandes gestos para hacerte sentir en casa: lo suyo es hospitalidad sin artificios, hecha de detalles pequeños y atención sincera.

Villa Verdicchio es su proyecto compartido: una antigua bodega de campo que han transformado con paciencia y buen gusto en un refugio íntimo. Se levanta en lo alto de una colina, entre los viñedos suaves de Le Marche, y conserva esa armonía de lugar vivido, sin prisas, donde todo está exactamente como debe estar.

El ritmo aquí lo marca la luz. Al amanecer, las hojas del Verdicchio brillan con rocío, y al atardecer, las colinas se tiñen de cobre. Las habitaciones —cuatro en total— siguen ese mismo pulso tranquilo: dos suites con terraza propia y dos dobles luminosas, todas con vistas generosas y decoración natural, sin excesos. Colores terrosos, textiles suaves, muebles de madera lavada… el confort nace de la sencillez bien pensada.

El día empieza en el patio con un desayuno servido en mesa: pan fresco, fruta de temporada, quesos locales, dulces caseros. Nada de buffet ni de prisa. Aquí todo invita a tomarse el tiempo.

Y luego, salir o quedarse, tú decides.
Roberto conoce las rutas más bonitas por los Castelli di Jesi —esas aldeas amuralladas donde el vino aún se hace como antes—, y Lena sabrá recomendarte el restaurante donde probar la mejor pasta con trufa en Genga. A solo dos kilómetros, la bodega Sparapani ofrece catas memorables y almuerzos sencillos en su trattoria Da Fiorina. Después, el bosque te guía en silencio hasta un monasterio olvidado.

También están el lago de Castreccioni, perfecto para nadar o simplemente mirar; las cuevas de Frasassi, que parecen esculpidas por gigantes; y más allá, la costa del Adriático, con playas escondidas bajo los acantilados del Monte Conero.

Pero muchos días acaban como empiezan: en la villa, sin más. El jacuzzi en el jardín, la sauna con vista abierta, el canto lejano de los pájaros. Una copa fría de Verdicchio en el mirador, viendo cómo cae la tarde, y la certeza de haber encontrado algo raro: un lugar donde todo encaja.

Información útil:
• Desayuno incluido, servido en mesa
• No apto para personas con movilidad reducida (hay escalones y caminos de grava)
• Retiro tranquilo solo para adultos (15+)
• Se recomienda coche para explorar la zona