Esta finca rural –a la que le fue concedido el premio de Turismo Rural más reconocido-, se sitúa a pocos minutos de las playas del sur de Mallorca. En esta agradable estancia podrá disfrutar de unos días de tranquilidad y ocio, dónde la sombra de los pinos y la estampa genuina de los almendros le llevarán a un remanso de paz. Su decoración está realizada a base de una agradable combinación entre vanguardia y minimalismo, mezclados con la austeridad y elegancia propias de una finca con doscientos años de antigüedad. La casa principal dispone de tres salones en los que podrá leer con tranquilidad, un cálido comedor con chimenea y una sala abovedada preparada para celebrar reuniones de trabajo. Las diez habitaciones dobles y la suite disponen de terrazas individuales y todo el confort que pueda desear (climatización, baño con hidromasaje, televisión parabólica, caja fuerte, teléfono y minibar). Todas ellas están decoradas con luminosos colores térreos. La piscina y la barbacoa están rodeadas de naranjos, y una huerta autóctona que proporciona los mejores frutos de la tierra para convertirlos en suculentos platos de gastronomía popular. Son Bernadinet está situada a unos 15 minutos de dos campos de golf, Son Antem y Vall D´Or.
Son Bernadinet is an exceptional place for those who appreciate rural tranquility combined with a touch of class. We felt really well looked after by Alicia and Maria; the hotel was just on the right side of luxurious in terms of its tasteful decor, landscaping, discreet and efficient service, superb food and cultured guests. We stayed in a lovely, spacious Junior Suite above the dining room with a large terrace and gorgeous views. The pool is quite large and perfect for proper swimming as well as younger children. On the ground floor there are plenty of novels and art coffee table books to peruse. Massages by the wonderful Maria are available on request. The daily set menu never disappointed and was probably the best food we had on the island. Breakfast is a leisurely affair with plenty of variety and imaginative delicacies. It was pretty hard to leave.