El nombre Honigmond es un juego de palabras: puede ser traducido literalmente como honeymoon (luna de miel) y es también una descripción de la encantadora familia que regenta el hotel. No es que sea abiertamente suntuoso o lujoso, pero es romántico en el sentido clásico que nos muestra la fachada de la Belle Epoque de cambio de siglo. El interior está renovado y recuerda una casa de campo inglesa – estilo colonial con techos de estuco, arañas de luces, frescos. . . Y hablando de obras de arte, el pasillo del hotel que recibe el cariñoso apelativo de “la galería” contiene reproducciones al óleo de cuadros famosos para sorpresa y admiración de los clientes que vienen por primera vez. Una sorpresa que marca la tónica de nuestra estancia aquí. El jardín es otra de las delicias del Honigmond – muy cuidado y amplio. Estupendo sitio para relajarse que incluso hace de hogar de algunos simpáticos conejos. El restaurante es famoso por su cocina local e internacional y vale la pena probarlo. En cuanto a las habitaciones, la única pega es que hay unas pocas sin baño (aunque se pueden escoger con o sin), pero son todas muy cómodas y con magníficos colchones, suelos de madera y estuco. ¿Necesita otra razón para alojarse aquí? Pues está situado en una tranquila calle escondida en Berlin Mitte, a pocos minutos de los distritos de Alexanderplatz y Hackerscher Markt, con abundante vida nocturna y buenos bares y restaurantes.
Sehr zu empfehlen, wunderschönes Ambiente mit stilvollem Außenbereich, unkomplizierte, außergewöhnlich nette Mitarbeiter, tolles Frühstücksbuffet im benachbarten Restaurant, das aber direkt über das Hotel zugänglich ist, sehr zentral gelegen, nur 5 Min. von der nächsten S-Bahn (Nordbahnhof), Parkplatz zubuchbar.