Hotel Palacio Torre de Ruesga

Esta mansión, del siglo XVIII, ha sido restaurada y trasformada, con gran cuidado y mimo, en un alojamiento verdaderamente maravilloso. Torre de la Ruesga emana elegancia, sobriedad y encanto -su arquitectura Palatina se mezcla armoniosamente con una exquisita decoración, proporcionando una agradable atmósfera de paz. Las amplias salas están decoradas con frescos, del siglo XIX, del pintor catalán Léon Criach, y son un excelente lugar para leer un libro o jugar a las cartas; y para los aficionados al snooker, qué mejor lugar para jugar que sobre una mesa, del siglo pasado, con incrustaciones de marfil. Las amplias habitaciones, en concordancia con las zonas comunes, son sumamente cómodas, disfrutando de la máxima suntuosidad y sofisticación. La Torre de Ruesga está emplazada entre tranquilas campiñas, con un encantador jardín impecablemente cuidado, además de piscina, gimnasio, y sauna. Posee también unas espléndidas vistas sobre la “Sierra Hornijo" y los "Montes del Infierno". En resumen, la combinación de un requintado aislamiento y una majestuosa decoración convierte a este alojamiento en el lugar perfecto para la relajación y el disfrute, y no sorprende el que este reconocido hotel haya ganado numerosos premios.