Rio puede ser famoso por el sol, por el mar y por la arena. Sin embargo, uno de los lugares más curiosos es el distrito bohemio de Santa Teresa – se compone de calles pavimentadas, caseríos art nouveau, cafés y tiendas artísticas que no estarían fuera de lugar en la margen izquierda del Sena. Río decididamente no es todo malecón y playa. Y es aquí, en este maravilloso barrio, donde encontramos el Mama Ruisa. Regentado por Jean Michel Ruiz, un expatriado francés, que dice que su entorno es: “la elegancia de la vieja Europa y el sabor sensual y exótico de Brasil”. El Mama Ruisa, con sus paredes de cal blanca, es un poco de ambos mundos. Tremendamente sofisticado, moderno y lujoso, todas sus 7 habitaciones nos brindan soberbias vistas del Pão de Açúcar y de la bahía de Rio de Janeiro. Hay colecciones de dibujos de Jean Cocteau, fotos únicas de Josephine Baker, Collette, María Callas y un conjunto de esculturas religiosas de todo Brasil que contribuye a ese ambiente de exquisitez del Viejo Mundo con la calidez del Nuevo. El resultado es francamente cautivador. Luego está la piscina, rodeada de palmeras y aves del paraíso, que es sencillamente maravillosa. Puede que no estemos en la playa ni en el centro de la ciudad – ambos a tan sólo 15 minutos – pero ¡qué vista más espectacular!