Artus Hotel

El Hotel Artus nos proporciona una magnífica introducción a la vida parisina. En Paris uno no va andando a ningún sitio sin pararse a curiosear un poco. Y esto lo podemos hacer perfectamente en las pequeñas calles adyacentes a nuestro hotel, que nos brinda uno de los últimos mercados callejeros que aún perduran. Si nos proponemos ir en línea recta, ignorando los floristas, las pastelerías y los maravillosos cafés, estaríamos en Notre Dame en diez minutos y en el Louvre en ocho (siempre y cuando no nos detuviéramos para admirar el Pont Neuf) y, si aún nos quedan fuerzas, en el maravilloso Musée d’Orsay en once. Estamos en el corazón de la “rive gauche”, donde aún se respira el aire revolucionario, y el hotel está asentado en una pequeña calle lateral que sale de Boulevard Saint-Germain, en un barrio de conciertos de jazz improvisados una vez que las vendedoras de flores y los tenderetes callejeros hayan finalizado su día. En la Rue de Buci, que se remonta al siglo XII, los dueños rediseñaron el interior de este hotel y reabrieron sus puertas en marzo de 2006 con un gran aplauso de bienvenida. Componentes naturales, como la madera y el cuero, proporcionan un aire de club social, mientras que los arabescos y el mármol de Carrara en los cuartos de baño, le confieren un aire de ligereza y de pureza. El bar y el restaurante juegan con colores más profundos que invitan a permanecer en esa zona. Por cierto que el desayuno se sirve hasta tarde, por si apetece dormir un poco más de lo normal.