Pousada de Arraiolos

Una curiosa combinación de nobleza, diseño y naturaleza hacen de esta fabulosa posada del siglo XVI un magnífico ejemplo de cómo compaginar los conceptos tradicional y moderno de la arquitectura portuguesa. Se ha mantenido intacta la estructura original exterior de lo que fue inicialmente un convento, mientras que el interior ha sido remodelado con un estilo moderno de espacios libres, con el azul y el blanco como colores predominantes – muy al estilo de las casas alentejanas. La parte más llamativa la constituyen sin duda los dos grandes claustros en los que los huéspedes pueden pasearse en días de calor. Las habitaciones se encuentran en la primera planta, son amplias y se asoman a los claustros. No nos olvidemos de visitar la bella iglesia incorporada al convento, una buena muestra de construcción lusitana. Todo ello contribuye a que la posada sea uno de los alojamientos por excelencia del sur del país. Y este entorno tan típico del Alentejo, de montañas undulantes, olivos y casas resplandecientemente blancas que nos saludan a lo largo del camino, nos predisponen a disfrutar del lugar que nos espera. El pueblo de Arraiolos es famoso no sólo por su atractiva sencillez sino también por las alfombras que allí se confeccionan y que podemos admirar en el Ayuntamiento.