Donde alojarse en Porto?

Porto o, si lo prefieren, Porto, sigue siendo ella misma. Su alma portuguesa sigue latiendo, cosa que no diríamos tanto de Lisboa, donde la llegada de visitantes va resquebrajando poco a poco su identidad.

Esta ciudad posee una arquitectura impresionante, hasta tal punto que el centro do Porto ha sido clasificado como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. La ciudad cuenta con pequeños hoteles con encanto con vistas sobre el río, también podemos encontrar apartamentos de vacaciones en edificios antiguos cubiertos de hermosos azulejos y con su estructura de madera al descubierto. La ciudad posee muchas callejuelas estrechas, pero al estar construida en una colina siempre tenemos en algún momento vistas sobre el rio Duero, nunca nos da la sensación de estrechez, y pasear por sus calles es realmente enriquecedor para los sentidos. Descubre nuestra selección de hoteles con encanto en Porto.

Los hoteles boutique en Porto han ido proliferando en estos últimos tiempos, hemos escogido los más bonitos y cada uno con su estilo propio pero todos con mucho encanto. Para mejor ayudarte puedes escoger una de nuestras colecciones que los divide por temas:

A seguir te invitamos a conocer un poco más de esta preciosa ciudad y si buscas donde alojarte pulsa en el enlace a seguir donde encontraras nuestra selección de alojamientos con encanto en Porto:

  • Donde ir y que hacer en Porto
  • Como es Porto - belleza, tradición y vino do Porto
  • Gastronomía de Porto: para chuparse los dedos

Que visitar en Porto - belleza, tradición y vinho do Porto

Definitivamente vale la pena visitar Porto. Esta hermosa ciudad le dio nombre a su país y es el lugar donde se produce uno de los vinos más famosos del mundo “Vinho do Porto”. Los "Tripeiros", es la expresión popular que se les da a los autóctonos y que asumen con mucha gallardía (los callos son un plato emblemático de la ciudad), son gente extremadamente amable, pero a la vez reservados, algo más rudos que los lisboetas y con un agudo sentido del humor.

La ciudad tiene una ubicación estratégica envidiable, en la desembocadura del río Duero, abriéndose al Océano Atlántico, lo que le brindo a lo largo de muchos siglos, influencias aportadas por los barcos que anclaban en su puerto.

Porto es también la zona industrial más importante del país y, junto con Lisboa, un importante centro económico y cultural. El centro de Porto, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, ofrece muchos monumentos dignos de ver. Hay una gran y ecléctica vida nocturna, con bares en antiguas iglesias, embarcaderos, bodegas y terrazas con increíbles vistas. Con respecto a la gastronomía, se trata de comer a la manera de Porto: comer en abundancia, con calidad y gran refinamiento.

Como homónimo del famoso vino de Porto, naturalmente la ciudad también tiene una gran herencia culinaria y hay tantos restaurantes buenos que en una vista corta es difícil ponerse a escoger.

Unos 100 km río arriba comienzan los viñedos de la pintoresca región del Duero, llena de pequeños pueblos y colinas de una belleza impresionante que descienden abruptamente hasta el agua. Aquí es donde se cultiva el mundialmente famoso vino de Porto. Sus bodegas, como Cockburns, Taylors y Sandeman, están al otro lado del río Duero en la ciudad e Gaia que se unen por cuatro majestosas puentes. Las bodegas pueden ser visitadas y son de gran interés, así como disfrutar de catas de vino de Porto y aprender algunas particularidades interesantes sobre su proceso de producción. Realmente un lugar excelente para los amantes del vino.

Donde ir y que hacer en Porto?

Porto, la ciudad más importante del norte de Portugal, tiene algunos monumentos muy característicos, como la Santa Sé (la Catedral de la ciudad) de estilo romano-gótico y la Torre de los Clérigos, construida por el italiano Nasoni. Si no tienes vértigo y estás dispuesto a subir sus 240 escalones podrás disfrutar de las mejores vistas de la ciudad.

La arquitectura que podemos disfrutar en esta localidad es admirable. El Puente de Dom Luis – construido por Eiffel, el mismo que construyó la famosa torre de París – es impresionante. También destacan el Palacio de la Bolsa, de estilo neoclásico, la Iglesia de San Francisco – con su mezcla de elementos románicos, góticos y barrocos – o la Estaçao de Porto-São Bento y su precioso atrio cubierto de 20.000 azulejos. Y para aquellos que quieran apreciar un estilo más moderno destaca la Casa da Música, una sala de conciertos de diseño aclamado mundialmente

En la otra orilla del río encontramos la zona de Ribeirinha, Patrimonio Mundial y un hermoso y elegante barrio lleno vida. Aquí podremos maravillarnos con su ajetreo típico y comer en restaurantes muy recomendables.

La ciudad de Porto cuenta con algunos museos de gran interés cultural, como el Museo Soares dos Reis y el Museo de Arte Moderno. No es casualidad que en 2001 Porto recibiera el título de Capital de la Cultura. De hecho, en las dos últimas décadas Porto ha mostrado interés muy vanguardista y extremadamente actual, de a la cultura contemporánea. Esto puede verse tanto en las Artes Plásticas, con nuevas galerías emergentes, como en las artes escénicas, así como en el Séptimo Arte. Un buen ejemplo de la cultura actual de Porto es Fantasporto, el festival internacional de cine independiente de Porto, que año tras año es cada vez más conocido y valorado internacionalmente por su originalidad y diversidad.

Gastronomía de Porto: para chuparse los dedos

Como es típico de las regiones norteñas de Portugal, la gastronomía del Douro es sencilla y suculenta. Un famoso plato que bien refleja esto son las Tripas à moda do Porto – un plato popular cocinado con callos de ternera y entrañas de pollo, jamón ahumado, frijoles secos, cebollas, salchicha de carne de cerdo ahumada, hierbas y especias. Una sabrosa comida después de la cual necesitará una merecida siesta.

Otros platos populares son el sabroso cabrito y el borrego, ya sea como ensopado o adobado con especias y luego asado al horno.

El cabrito y el cordero lechal, tanto estofados, o ensopados, como marinados en especias y posteriormente, cocidos están de chuparse los dedos. Otro plato que seguro no entrará en nunca en ninguna dieta que se precie es la “Francesinha”, se trata de un sándwich de jamón, queso, salchicha, filete de ternera y huevo frito, recubierto de queso fundido y servido en un plato hondo lleno de salsa. En invierno se sirven ricas sopas, al igual que en el resto de Portugal, confeccionadas con variadas legumbres.

Respecto a los postres, la repostería en esta zona es fantástica. La tradición monacal en la elaboración de los dulces es muy evidente. Hay que destacar las natas, pasteles de crema parecidos a los famosos Pastéis de Belem, y el Pão de Ló, un pastel esponjoso.

Para acompañar la comida, como no, un vino de Douro, tintos con buena profundidad de color y aromas complejos e intensos. Los vinos blancos son secos de color pálido, con refrescantes aromas frutales y florales, en boca están bien equilibrado, mostrando juventud.

De norte a sur, a lo largo y alto del valle del Río Douro, se produce el delicioso Vino do Porto, ideal para la hora del aperitivo o al atardecer. Notar que hay dos tipos de Vino de Porto: Colheita y Vintage. Ambos proceden de uvas cosechadas en el mismo año, pero la maduración es lo que distingue a uno del otro. El Porto Colheita se conserva en barricas de madera durante al menos siete años, el de Vintage en cambio sólo dos. De hecho, su envejecimiento tiene lugar en la botella.