Lucerna - Lago de Lucerna: el Lago de los Cuatro Cantones

Lucerna es una ciudad maravillosamente situada. No sólo está rodeada de paisajes que te quitarán el aliento, sino que además es la cuna de Suiza. Es aquí en el Rütli donde los tres cantones originales Uri, Unterwalden y Schwyz juraron crear la “Eidgenossenschaft”, o Confederación.

Protegido por montañas, el clima del Lago de los Cuatro Canteones es bastante suave. En la orilla sur podrás encontrar incluso plantas y árboles mediterráneos. Lucerna, la ciudad más grande del lago, no es solo un maravilloso enclave desde el que descubrir los preciosos alrededores, sino que ofrece un interesante programa cultura. Tampoco hay falta de hoteles aquí, podrás encontrar algo apropiado para cualquier gusto. Se trata de una preciosa y encantadora ciudad medieval en la que podrás maravillarte con una de las estampas más conocidas de Suiza. 

En Beckenried, el pueblo más bonito de la orilla sur del lago, podrás degustar algunas de las especialidades de la gastronomía local o simplemente relajarte en una terraza mientras contemplas las preciosas vistas.


Lucerna - Lago Lucerna - hoteles con encanto

La zona de Lucerna y el Lago de los Cuatro Cantones es uno de los destinos más selectos de Suiza, un auténtico paraíso de montaña en el que maravillarte con un paisaje espectacular, la deliciosa gastronomía local y de un patrimonio histórico-cultural único. Si buscas un lugar ideal para una escapada romántica, una encantadora ciudad medieval con vistas a las cumbres nevadas de los Alpes parece la opción perfecta, ¿no crees? Aunque los muchos atractivos de la región la hacen apta para disfrutar también en familia o con amigos. Secretplaces te ofrece una cuidada lista de los mejores hoteles con encanto en Lucerna y el Lago de Lucerna para que puedas disfrutar de una estupenda experiencia en este mágico rincón de Suiza.

Dónde ir en Lucerna

Lucerna es una preciosa ciudad medieval llena de atractivos para cualquiera que la visite. No en vano, Alejandro Dumas dijo de esta ciudad que era “la perla más bonita en el mundo de las ostras”. Sus calles y edificios – el origen de algunos de ellos se remonta a la fundación de la ciudad en el siglo XII – conforman una imagen de gran belleza y encanto. La Catedral – o Hofkirche, que data del siglo XVII – con su torre gótica es uno de los edificios más destacados de la ciudad y constituye un claro ejemplo de renacimiento alemán. Y muy próximo a ella podrás contemplar el Monumento al León, una escultura labrada en una pared de roca sobre un estanque, en conmemoración de la muerte de los soldados de la guardia suiza cuando en la Revolución francesa, los revolucionarios asaltaron el Palacio de las Tullerías.

No te puedes perder el espectacular puente de la Capilla – o Kapellbrücke – es una de símbolos más famosos de Lucerna, y si lo cruzas mientras admiras las pinturas de su techo, te llevará al centro de la ciudad medieval y la curiosa Fuente del Carnaval. Además, desde el propio puente podrás observar los restos de la antigua muralla. Y también es muy recomendable la Iglesia de los Jesuitas, el otro gran templo de la ciudad.

Tampoco puedes dejar pasar la oportunidad de conocer el Museo Picasso – que acoge obras y bocetos del pintor malagueño – o el Jardín Glaciar – construido en una cueva descubierta mientras se construía una cava de vino, y en el que podemos apreciar su colección de fósiles y la historia glaciar de la región.

Y por supuesto si visitas la zona tienes que conocer el Lago de los Cuatro Cantones, o Lago de Lucerna. Con cerca de 115 kilómetros cuadrados y una profundidad de más de 200 metros, es uno de los parajes naturales más espectaculares de Suiza. Aquí puedes realizar recorridos por el lago en barcos de vapor que han sido especialmente rehabilitados para ello y disfrutar de una de las puestas de sol más bonitas de los Alpes. También hay excursiones que te llevan por los pueblecitos a lo largo de la costa, en los que puedes probar las delicias gastronómicas típicas de la región.

Y si no tienes miedo a las alturas puedes coger el tren cremallera más inclinado del mundo desde Alpnachstad hasta el Monte Pilatus, el mirador natural de Lucerna y lugar de leyendas. Aquí puedes realizar numerosas rutas de senderismo y actividades al aire libre, así como disfrutar del tobogán más largo y el parque de cuerdas en suspensión más grande de Suiza.

Gastronomía en Lucerna

La rica cocina tradicional suiza abarca tradiciones francesas, alemanas, austríacas o italianas. Por lo que las distintas influencias gastronómicas se mezclan con la sabrosa – aunque calórica – comida de montaña suiza. Algunos platos populares son: la Fondue – sí, la fondue es de origen suizo – en la que se mezclan diferentes quesos de la región con vino blanco aromatizado y se sumergen pequeños pedazos de pan. Una comida pesada pero propia de climas fríos. Los Kügelipastetli - una especie de pastelillos de carne o la Raclette – un queso tradicional que se funde y se come con patatas cocidas sin pelar, embutidos y pepinillos – son deliciosos. Y también son muy conocidos el Rösti – una especie de tortilla frita en mantequilla o grasa y con patatas – el Bölletünne – una tarta de cebollas con lonchas de tocino, nata, huevos y comino – o los malakoffs - buñuelos salados de queso gruyère.

Pero es al llegar a los postres es cuando la cocina tradicional de Lucerna se lleva la palma. El chocolate suizo es conocido, y apreciado hasta por los menos golosos, en todo el mundo, y ha influenciado la popularización de este producto en toda Europa. Y también hay que conceder a los suizos el mérito de inventar el Muesli. El llamado Birchermüesli, desarrollado por un dietista llamado Oskar Bircher-Brenner a finales del siglo XIX, consistía en copos de avena, limón, leche condensada, manzana y diferentes frutos secos.

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