Corfú, según Homero la última etapa de Ulises a Ítaca, es el mayor centro de población dentro de las Islas Jónicas, además de uno de los destinos más apreciado en el Mediterráneo por sus encantos naturales y su clima. A la lista hay que sumar las estupendas aguas claras, las infraestructuras, sus pueblecitos encantadores y su pintoresco carácter cosmopolita.
La ciudad homónima, situada en el lado este de la isla, es un antiguo centro medieval maravillosamente conservado, por lo que será un destino excelente para aquellos que busquen conocer un poco más de la historia antigua de la región. Conviene visitar la plaza Spianada – una de las más grandes de Grecia – el Museo Arqueológico o el Museo de Arte Bizantino.
Al sureste podrás encontrar preciosos pueblos tradicionales además de playas espectaculares. Por todo el litoral oriental destacan algunas como Kerasia, Nisaki o Benitses. Mientras que en la zona oeste las más bonitas son Arillas o Paleokastritsa.
Si quieres disfrutar de un auténtico vergel de rica naturaleza, cuevas y manantiales de aguas subterráneas, Cefalonia es el destino perfecto para ti. Se trata de la isla más grande del archipiélago, rica en hallazgos arqueológicos y separada de Ítaca solo por una pequeña franja de agua. Puedes visitar el Parque Nacional del Monte Enos además de su capital, Argostoli, una pequeña y encantadora ciudad.
Son imprescindibles la plaza histórica de la Campana, la Escuela Filarmónica o el faro de los Haghii Theodori. Y merece una parada la laguna de Koutavos, en la que podrás encontrar restos de la antigua Cranea. Y, como no podía ser de otra manera, sus playas. Sobre todo las de Platys y Makrys Yalos o Gradakia y Kamaroules.
Y Zante famosa, además de por su precioso entorno natural, por la presencia de una especie animal en la isla: la tortuga boba. La capital, del mismo nombre, perdió gran parte de su patrimonio en un devastador terremoto en 1953, pero conserva aun así gran parte de su encanto además de – sorprendentemente – muchos edificios históricos.
No puedes perderte las famosas Galazies Spilies, cerca del promontorio de Skinari, cuevas marinas de color azul que se encuentran entre las más famosas de toda Grecia. Y por si te quedas con ganas de más, al sur se encuentra otra cueva llamada Xynghia, en la que puedes encontrar una fuente natural de aguas sulfúreas. Y sus pueblos tradicionales, que se encuentran en el interior de la isla, y los pueblecitos de pescadores de la costa, en los que podrás admirar la singular arquitectura local además de la hospitalidad de sus habitantes.
Dentro de las playas, las más conocidas son: Kryoneri, en el norte, o Navagio – o playa del Naufragio – reconocida como una de las más bellas del mundo.