Norte - Paso de Calais - Museos y la Costa del Ópalo

Esta región francesa, enclavada entre Bélgica y el Canal de la Mancha, es la más septentrional de su territorio. Llena de ciudades de gran belleza arquitectónica y de numerosos y famosos museos, la zona es conocida por su importante industria textil – que se plasma la Ciudad Internacional del Encaje y la Moda de Calais o el Museo del Arte y la Industria de Roubaix, por ejemplo. Son muy destacados los “caminos de la memoria” que se han organizado aquí, con el objetivo de concienciar a las futuras generaciones y permitirles conocer algunos de los hitos más importantes de la historia europea. Su paisaje es muy variado, alternando entre colinas, bosques y costas bordeadas de acantilados, y es perfecto para maravillarse con la belleza natural del entorno mientras se practican distintas actividades al aire libre como el senderismo. A todo esto hay que sumarle una gran oferta de ocio y restauración, así como una animada vida cultural que se recoge en variados festejos como los famosos Encuentros Internacionales de Cometas de Berck-sur-Mer o los carnavales del norte – entre los que destaca el de Dunkerque. Y festivales como el de música Wazemmes, con el acordeón como protagonista indiscutible. En definitiva, una encantadora región con una lista casi interminable de atractivos por descubrir.

Norte - Paso de Calais, hoteles con encanto

La Costa del Ópalo, con sus preciosas playas de arena fina, es el lugar ideal en el norte de Francia para practicar actividades náuticas. O si prefieres puedes conocer localidades famosas en toda Europa por su oferta cultural, sus museos y su patrimonio histórico-artístico. ¿Y qué tal visitar Lille, una encantadora ciudad muy cerca de Londres, Bruselas y París al mismo tiempo? Todo esto y mucho más podrás encontrar en la región de Norte – Paso de Calais, una zona llena de atractivos por descubrir. Secretplaces te trae una cuidada selección de los mejores hoteles con encanto en la región de Norte – Paso de Calais para que puedes conocer este acogedor rincón galo y disfrutar de la mejor experiencia posible.

Dónde ir en Norte - Paso de Calais

Lille es la capital de la región, una pequeña ciudad en el área de influencia de grandes metrópolis europeas como Londres, París o Bruselas. Calificada como “Ville d’art et d’histoire” (Ciudad de arte y de historia), al ser una de los mayores centros universitarios de Francia destaca por su rica y animada vida cultural y de ocio. Es muy recomendable visitar el Palais des Beaux-Arts, un impresionante museo que cuenta con la segunda mayor colección de obras de arte del país después del Louvre. Los edificios de la Vieux Ville, o parte vieja de la ciudad, también son muy llamativos por sus coloridas fachadas y su estilo – propio de la región vecina de Flandes. 

Por otra parte la Grand Place y la Place du Théâtre son el centro neurálgico de la ciudad. Aquí encontramos sus monumentos más característicos – como la Cámara del Comercio, con un campanario de casi 80 metros – o la estatua de la diosa, símbolo de la resistencia de la ciudad contra la invasión austríaca. La Catedral de Notre Dame de la Treille, de estilo neogótico, es otro punto imperdible. 

Boulogne-sur- Mer es una pequeña ciudad histórico-artística, pero con alma marítima que se plasma sobre todo en su famoso Nausicaä Centre National de la Mer, un espectacular centro dedicado al mundo marítimo y los océanos. La Basílica de Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción, el Château de la ciudad o la Colonne de la Grande Armée – una gigantesca columna de 50 metros con una estatua de Napoleón en la cima – también son muy llamativos.

Las localidades que bordean el litoral de la costa del Ópalo, que se extiende casi desde Bélgica hasta Berck-sur-Mer, presentan magníficas playas de arena así como la oportunidad perfecta para realizar actividades náuticas. Podemos admirar la arquitectura anglo-normanda de algunas de sus construcciones y descansar mientras disfrutamos de un entorno privilegiado.

Gastronomía en Norte - Paso de Calais

La comida típica de esta región bebe de diversas fuentes aunque indiscutiblemente la más importante es la de la vecina región de Flandes. Esta influencia se plasma en los “estaminets” – restaurantes típicos de comida flamenca – y en platos como el Flamiche aux Maroilles – una especie de quiche preparada con Maroilles, un queso típico de la zona – la Carbonade Flamande – o carbonada flamenca, un estofado de carne hecha en cerveza con verduras – o el Potjevleesch – una mezcla de distintos tipos de carne envueltos en gelatina que se suele servir frío.

También es muy habitual comer envidia – o chicon – con algunos platos y por supuesto los mejillones con patatas fritas, muy habituales en los puestos callejeros. También es deliciosa la sopa de pescado, típica de Touquet. Y hay que comentar la arraigada tradición cervecera de esta región que bebe, por supuesto, de Bélgica y sus bebidas oscuras y de sabor fuerte. 

Respecto a los postres, es muy típico el gofre relleno, normalmente de vainilla.

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