Santorini, la isla maravillosa
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Podemos decir con toda seguridad que Santorini es una de las maravillas del mundo. Creada tras una gigantesca explosión volcánica que dio lugar a una formación geológica conocida como “Caldera”, el resultado fue un asombroso despliegue de belleza natural. Incluso si no has visitado la isla seguro que has visto esas icónicas imágenes de edificios encalados con cúpulas azules, enclavados en lo alto de colinas que miran a un mar de ensueño.
Este pequeño archipiélago, en la parte meridional de las Islas Cícladas, es poco menos que un paraíso en la Tierra. Por algo el primero nombre que le dieron los griegos fue “Kallisté” que podríamos traducir como “la más bella”. Y es que se nos ocurren pocos lugares más bellos que Santorini. Su incomparable hermosura y una animada vida nocturna, hacen de la isla un destino muy atractivo. Su arquitectura – con influencias orientales – y las aguas profundas y turquesas del Egeo, configuran un marco de leyenda: se especula con que la gigantesca erupción que le dio el aspecto actual a las islas pudo inspirar el mito de la Atlántida.
Y es que la mitología y la realidad se funden en la joya de las Cícladas. Por si sus muchos atractivos no fueran reclamo suficiente, en las islas se han encontrado restos de la civilización minoica, de hace más de 3.000 años. Entendemos por qué se asentaron en este rincón de Egeo tan especial.