Lago Garda y Lago Iseo: un idilio alpino
El lago de Garda es el más grande de Italia así como uno de los más conocidos. Con su parte norte, a veces tormentosa, y su parte sur, más templada y mediterránea, se trata de uno de los lugares más visitados del norte del país: pueblos costeros como Sirmione atraen a muchos turistas.
Sus aguas claras, sus dentadas montañas y las onduladas áreas vinícolas la convierten en una de las maravillas naturales de Italia que no puedes dejar pasar. Desde la terraza de tu hotel en la Riviera Gardone, situado sobre el lago, podrás probar la especialidad local: el Bardolino, un caldo de uvas sangiovese, molinara, corvina y rondinella, mientras admiras las espectaculares vistas.
Cada pequeña localidad, desde Riva hasta Torbole en la orilla norte, Gargnano en la parte intermedia, o incluso el menos conocido Desenzano, tienen algo especial que descubrir. Además de las vistas y la serena atmósfera, el Lago Garda también puede presumir de restaurantes sorprendentemente buenos de comida local.
Y por otra parte, en el lago Iseo – muy cerca de las ciudades de Brescia y Bérgamo – podrás disfrutar de un paraje único en riqueza natural. En el centro del lago podrás encontrar la isla de Monte Isola, con su encantador pueblecito, y también podrás visitar Sarnico, con los preciosos frescos de su iglesia, Lovere, o admirar los preciosos paisajes de la ribera del lago en el pueblo de Iseo.
En definitiva, dos lugares únicos que no te puedes perder. Descubre por qué se trata de uno de los destinos más codiciados de Italia.