Castilla-La Mancha, tierra del Quijote

El nombre de Castilla-La Mancha nos hace recordar las románticas visiones de los molinos de viento y castillos, referenciados en la obra maestra de Miguel de Cervantes, "Don Quijote del la Mancha". Muchos de estos característicos molinos de viento en los que Don Quijote "luchó", equivocándolos con gigantes y ejércitos, aún están en pie.

La comunidad castellano-manchega está ubicada en el corazón de la Península y dominada por su característica llanura conocida como la "meseta", aunque también ofrece paisajes montañosos, encantadores pueblos y ciudades monumentales absolutamente fascinantes, como la ciudad de Toledo -Patrimonio Mundial-, Cuenca, Guadalajara y Ciudad Real. Su clima es mediterráneo, con lluvias escasas, provocando que sus temperaturas sean algo frías en invierno y cálidas en verano. 

Castilla la Mancha posee una amplia agenda cultural que te mantendrá ocupado sea cual sea la época del año en la que decidas viajar. Cuenta además con una deliciosa gastronomía y algunos de los mejores vinos de la península. ¿Te hacen falta más motivos?

Castilla-La Mancha - hoteles con encanto y casas rurales

Castilla-La Mancha posee un encanto natural difícil de hallar en cualquier otro lugar del mundo. En esta tierra de tradiciones arraigadas podemos viajar a un pasado más sencillo, donde el gusto por las pequeñas cosas aún prevalece sobre lo demás. Si estás planeando recorrer las tierras del Quijote, en SecretPlaces te ofrecemos la mejor selección de alojamientos vacacionales. Desde hoteles boutique de diseño hasta acogedoras casas rurales. Haz las maletas, tu viaje empieza ya. 

Dónde ir en Castilla-La Mancha

La lista de lugares a los que ir en Castilla-La Mancha es interminable. Si buscas pasar unas vacaciones en pleno contacto con la naturaleza no puedes perderte el Museo de las Ciencias ubicado en Cuenca; la Ruta de las Caras en Buendía; el Parque Nacional de Cabañeros, las Rutas a través del Hayedo de Tejera Negra, el Parque Nacional de Tablas de Daimiel, las Lagunas de Ruidera, los Palancares y las Lagunas de Cañada del Hoyo, el Parque Natural Hayedo Tejera Negra en Guadalajara, la Sierra de Ayllón, los pantanos de Buendía y de Entrepeñas y el Parque Natural del Alto Tajo.

Si prefieres aprender sobre la cultura y la historia de esta región, son muchos los lugares a los que puedes acudir. Por todo el territorio encontramos multitud de monumentos y conjuntos arquitectónicos que muestran los vestigios del pasado de esta tierra. Te recomendamos hacer la Ruta de los Castillos, cuyo itinerario ha sido trazado por Turismo Castilla-La Mancha. Las Rutas literarias también constituyen una forma perfecta de recorrer la comarca. En esta zona nos encontramos con una gran cantidad de monumentos y lugares declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO como la hermosa ciudad de Toledo, las Casas Colgantes de Cuenca, la Catedral de Toledo, el Puente de San Pablo (Cuenca), el Alcázar de Toledo, el Claustro del Monasterio de San Juan de los Reyes, el Convento e iglesia de San Pablo de Cuenca, la Catedral de Cuenca, la Sinagoga de Santa María la Blanca de Toledo o la Hoz del Huécar en Cuenca.

Castilla-La Mancha cuenta con cuatro parques de yacimientos arqueológicos que harán las delicias de los amantes de la historia. Además, los entusiastas de las actividades al aire libre encontrarán en esta región su paraíso, donde poder practicar escalada, montañismo, rappel, descenso de barrancos, senderismo, parapente, vela, rafting, piragüismo, espeleología, rutas a caballo y cicloturismo.

Los pueblos de Castilla-La Mancha son uno de los grandes atractivos de la región. No dejes de visitar Sigüenza, Campo de Criptana, Alcalá de Júcar, Almagro, Consuegra, Toledo, Cuenca, Brihuega, Pastrana, Atienza, Auñón y Cañamares. Todos ellos cuentan con un encanto especial que les hace únicos.

Gastronomía castellano-manchega

La cocina tradicional de Castilla-La Mancha tiene su esencia en la calidad de sus productos, siempre frescos y cocinados de forma exquisita. Abundan las carnes de caza –tanto grande como pequeña- y los guisos de cuchara. 

Destacan platos como el “pisto manchego”, las “migas” –pedazos de pan fritos en aceite y ajo, con jamón, tocino y chorizo-, el “gazpacho de cazador”, la “tortilla a la magra” -tortilla con jamón- y la famosa “sopa castellana” -consomé con huevo y pan. Tampoco puedes dejar de probar la perdiz, la “cacerola de codorniz”, el venado, el jabalí, la “caldereta de cordero”, y el “cochifrito” Otro plato típico de la región es el "atascaburras", especialmente bueno en los fríos días invernales y elaborado con patatas hervidas, bacalao, aceite y rodajas de huevo duro y nueces. 

Castilla-La Mancha es un auténtico paraíso para todos los amantes de los dulces tradicionales. Se elaboran con miel (destaca la miel de La Alcarria) y abundante azúcar. No puedes irte de esta región sin probar las "Flores Manchegas", las "Delicias de Almansa" y los "Miguelitos de La Roda."

Por último, debemos hacer una mención especial a los vinos manchegos. Hace ya cerca de tres años que se fundó Turismo Enológico de Castilla-La Mancha, una asociación cuyo fin es difundir, apoyar y fomentar la cultura del vino. Actualmente, la integran treinta bodegas que promocionan  su oferta enoturística con el lema Divinum Vitae (Vida Divina). Merece la pena hacer un recorrido por esta tierra para probar sus excelentes caldos.

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