Cantabria infinita

A pesar de que Cantabria es una región de tamaño reducido, ofrece una gran cantidad de diferencias climatológicas, paisajísticas y biológicas. Esta zona posee unas características geográficas claramente diferenciadas: el área costera con unos 200 kilómetros de franja litoral, con maravillosos acantilados, bonitas playas y bosques atlánticos; contrasta con la zona del interior, dominada por las cumbres de los Picos de Europa, con profundos valles y numerosos ríos.

Su fauna y su flora son riquísimas. En su territorio encontramos refugios de osos, lobos, urogallos, pitos negros, treparriscos y águilas reales, especialmente en las reservas de Saja y Picos de Europa. Pero Cantabria no es solo naturaleza. Su capital, la majestuosa ciudad de Santander, se vanagloria de ser una ciudad abierta y cosmopolita, destacando la amplia oferta cultural que se despliega durante la época estival.

Cantabria es una tierra rica en folclore y tradiciones que se han preservado a través de sus fiestas. Una de las festividades más arraigadas de la región es La Vijanera, en la que se celebra la llegada del nuevo año y se ahuyentan los malos espíritus. Santander celebra sus fiestas más importantes el día 25 de Julio, en la Festividad de Santiago, aunque durante todo el mes se organiza el afamado Festival Internacional de Música, Danza y Teatro en el modernísimo Palacio de Festivales.

También celebran por todo lo alto el Día de Cantabria. A partir de las diez de la mañana, la tradicional Diana compuesta por bandas, charangas, piteros, bigaristas y gaiteros comienza a recorrer las calles alegrando con su música la magnífica Feria de Artesanía y Cerámica de Cantabria. 

La Batalla de las Flores, declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional, es una de las fiestas más hermosas y espectaculares de los eventos cántabros; en ella se congregan miles de personas para ver el desfile de bellísimas carrozas recubiertas de flores, amenizado con comparsas, charangas y gentes vestidas con trajes típicos.

Cantabria - hoteles con encanto y casas rurales

Viaja a Cantabria, el lugar donde la naturaleza más salvaje se une a la cultura más vanguardista. Si estás planeando una escapada romántica frente a las furiosas e imponentes aguas del Cantábrico, tenemos una amplia oferta de acogedores apartamentos. Si prefieres alojarte en un céntrico hotel de diseño en Santander, ponemos a tu disposición una amplia selección de los mejores. Y si lo que buscas es desconectar en mitad de la naturaleza, en SecretPlaces encontrarás una gran variedad de preciosas casas rurales. Sean cuales sean tus gustos y preferencias, te asesoramos para encontrar ese lugar especial que hará de tus vacaciones algo inolvidable.

Dónde ir en Cantabria

Cantabria está repleta de lugares apasionantes que visitar. Santander, su capital, es sin duda uno de los grandes atractivos de la región. Una elegante ciudad que se extiende a lo largo de una amplia bahía con vistas al Mar Cantábrico, en la que queda patente la mezcla de sus diferentes vocaciones: tradición marinera, comercial y turística. Durante los siglos XVIII y XIX la ciudad se convirtió en un puerto mercantil clave para las rutas marítimas entre Castilla y las colonias americanas pero a partir de mediados del siglo XIX, Santander pasó a ser uno de los destinos turísticos europeos más selectos.

El Paseo de Pereda, con sus típicas casas cántabras y sus jardines constituyen un exuberante bulevar que separa la franja costera del casco antiguo santanderino, donde se reúnen algunos de los edificios más bellos de Cantabria. La Iglesia Catredral y El Palacio Real de la Magdalena son dos de los principales lugares de obligada visita de esta ciudad.

Los barrios antiguos de los bellos pueblos costeros de Laredo, Santoña y Comillas albergan un importante y atractivo patrimonio. Destaca también la población de Santillana del Mar, con su Iglesia Románica del siglo XII y sus palacios de gran belleza arquitectónica. A unos dos kilómetros de Santillana encontramos las Cuevas de Altamira (declaradas Patrimonio Histórico de la Humanidad por la UNESCO), una impresionante muestra de arte rupestre prehistórico con una extraordinaria reproducción de las pinturas originales. Otras villas pintorescas que debes visitar son San Vicente del la Barquera, con su puente del siglo XV; y Castro Urdiales, con su hermosa iglesia gótica. 

En el incomparable Parque Nacional de los Picos de Europa (el primer parque español en recibir esta catalogación), se encuentran los mejores bosques atlánticos de España. En sus valles viven numerosas especies de animales (jabalís, corzos, lobos, osos y multitud de aves). En el Parque también existen numerosos miradores donde poder admirar el impresionante paisaje montañoso. Lo mejor: utilizar el teleférico de Fuentedé, con el que se sube hasta una altura de más de 1.800 metros sobre el nivel del mar.

En el bellísimo Parque Natural de Saja-Besaya (en el interior de la Reserva Nacional de Caza de Saja) encontramos la mayor parte de las características que definen el paisaje típico de las montañas del interior de Cantabria. Los otros tres parques que completan la fascinante variedad natural de Cantabria son el Parque Natural de las Dunas de Liencres, el Parque Natural de Peña Cabarca y el Parque Narural de Oyambre.

Gastronomía cántabra

El mar Cantábrico suministra a la región cántabra los dos pilares alimenticios en los que se basa su gastronomía: el pescado y el marisco, que destacan por su gran calidad. Las frías aguas del Cantábrico ofrecen percebes, centollos, nécoras, almejas, carnosos bogavantes y finísimas cigalas y langostinos. También deliciosos calamares que alcanzan aquí un nivel de aromas y sabores sublimes. No podemos olvidarnos de sus exquisitas lubinas, merluzas, cabrachos, bocartes y el bonito, que da lugar a uno de los platos más típicos de la región: el sorropotún o marmita. Las sardinas son también uno de los platos tradicionales más servidos en los puertos de pescadores; se preparan asada, y servidas en una sencilla mesa de madera. Del mar provienen también algunos de los guisos cántabros de más renombre como la merluza en salsa verde, los calamares encebollados en su tinta o las almejas a la cazuela.

El vacuno es la carne cántabra por excelencia, destacando la de vaca tudanca, magra y sabrosa. El cerdo es un elemento clave para otro de los platos más típicos de la región: el cocido montañés, al que además se le añaden alubias, berzas y morcilla de arroz. 

Es indiscutible la alta calidad de la leche cántabra, por lo que no nos extraña que los derivados de la misma proliferen por toda la región, dónde el queso es casi una religión. No te pierdas el queso de nata, que puede encontrarse por toda la región; el picón, en Treviso y Bejes; los quesos ahumados, como los de Áliva o Pido; o los pequeños quesucos, realizados con la mezcla de leche de vaca y oveja. 

En cuanto a los dulces, el viajero podrá degustar en Cantabria las tradicionales quesadas pasiegas. Otro producto típico es el hojaldre que según la zona adopta diferentes nombres (Corbatas, en San Vicente de la Barquera; Polkas, en Torrelavega; o Sacristanes, en Liérganes). También se ha extendido mucho el consumo de natillas, de arroz con leche o de leche frita, siempre preparados de forma deliciosa. 

Por último, la bebida más característica de esta región es el Orujo, elaborado artesanalmente y destilado gota a gota.