Empecemos por lo evidente; Edimburgo es, sin duda, una de las ciudades más bellas de Europa. Como una vez dijo el poeta John Betjeman “La más bonita de todas las capitales de Europa” o como la banda Black Eyed Peas la definió “Probablemente la ciudad más hermosa que jamás hayamos visto”. Y es que estamos hablando de un lugar famoso por su riqueza en arquitectura gótica (más de 4.500 edificios), sin olvidar el casco antiguo que incluye la fortaleza medieval del Castillo de Edimburgo, las divertidas calles del Royal Mile, así como las numerosas plazas, rincones y callejones en los que perderse. Por otro lado, la Ciudad Nueva o “New Town” se remonta al siglo XVIII y conserva en gran parte el diseño neoclásico con sus muchas terrazas georgianas para visitar. Y es precisamente esta combinación de arquitectura medieval y diseño neoclásico lo que le da a Edimburgo un carácter único.
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A pesar de su belleza, Edimburgo
también es una ciudad de cultura: La Atenas del Norte, por así
decirlo, un lugar de arte e ideas. Sin embargo, este lugar no se
queda atrás en lo que a diversión se refiere. Como ejemplo
destacaremos los festivales anuales de Edimburgo, de los más grandes
del mundo, que incluyen la comedia, el teatro, la música y el arte.
Se trata de un evento que no te puedes perder y que, en nuestra
opinión, debes acudir (en el mes de agosto) al menos una o dos veces
en la vida. Y para terminar, cerramos con una cita de Alan Bold que
dice “Edimburgo se abre como un secreto resuelto: No hay salida de
Edimburgo, no hay cambio. Siempre se queda contigo.”
La gastronomía escocesa posee una gran variedad de platos típicos de increíble sabor. Como se trata de una tierra muy fértil, se cultivan vegetales de todo tipo, por lo que es muy común acompañar la carne o pescado con una selección de ricas verduras. Algunos de los platos famosos de Edimburgo son, por ejemplo, el haggis, el cual está hecho con vísceras de cordero, harina de avena y distintas hierbas aromáticas. Por otro lado encontramos el black pudding, o la morcilla escocesa, muy común en los desayunos. Y por último mencionaremos el Scotch Broth, un rico guiso de carne cocinada con col y puerros que es una de las grandes estrellas dentro de la gastronomía escocesa.
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