Este monasterio restaurado en el corazón de La Rioja se remonta a 1711 cuando formaba parte del retiro de Nuestra Señora de la Piedad de los dominicos. El pueblo de Casalarreina está magníficamente situado para sacar el máximo partido a las bodegas de esta región y a unos paisajes de la campiña circundante que son realmente espectaculares. El hotel consta ahora de quince bien restauradas habitaciones amuebladas en un estilo rústico que es fiel a sus orígenes, con algo de color incorporado en forma de murales escénicos y algunos cuadros. Hay abundancia de suelos, techos y soportes de madera, así como sólida mampostería – mucha proveniente de la construcción original – dándole un toque hogareño. Mucho que hacer en una región en la que, aparte de sus famosos vinos (el hotel organiza catas todos los fines de semana, así como excursiones a fincas vecinas) vale la pena visitar por sus paisajes de montañas que superan los dos mil metros y que son de las más bellas del país. Las habitaciones son espaciosas para lo que cabe esperar en España, y varias tienen cuartos de baño con grandes jacuzzi – una estupenda forma de relajarse tras un día ajetreado probando diferentes caldos, provenientes de los viñedos locales