Navarra: Pirineos, vino y espárragos

Navarra ocupa una privilegiada posición geográfica, lo que le permite conjugar una gran variedad de relieves y climas que dan lugar a un amplio mosaico de ecosistemas.

Sus gentes, sus costumbres y su arquitectura no son menos diversos. Esta región cuenta con magníficos pueblos antiguos, impresionantes palacios, mansiones, catedrales y monasterios.

La región puede dividirse en tres sectores: la montaña septentrional, cuyo símbolo encontramos en el valle de Baztan; la zona media, de relieves más suaves y valles surcados por desfiladeros como las “Foces de Lumbier” y “Arbayún”; y la Ribera, al Sur, que ofrece un paisaje llano, de estepas salpicadas de pequeñas lagunas junto a las fértiles vegas del río Ebro.

Navarra posee, además, más de cincuenta espacios naturales entre los que cabe destacar la Reserva Integral de “Lizardoia” y el Parque Natural de Señorío de Bértiz, así como fantásticos paisajes en los pueblos pirenaicos, ideales para la práctica de deportes de invierno.

Esta región es conocida por sus muchas fiestas. El primer y segundo domingo de Marzo tienen lugar las “javieradas”, romerías penitenciales al Castillo de Javier, cuna del Santo Patrón de Navarra. La Romería de la Virgen de Ujué, a la que acuden multitud de entunicados de todos los pueblos de alrededor.

Los carnavales navarros son muy típicos y sumamente originales, con diferentes costumbres que se remontan a tiempos ancestrales dependiendo del lugar. Destacan los de Alsasua, Arano Goizueta, Ituren, Lanz, Lesaca o Zubieta donde la cultura tradicional de las brujas revive durante esta época del año.

Los famosos Sanfermines de Pamplona - fiestas anuales en honor al patrón de la ciudad, de Interés Turístico Nacional e Internacional -, son celebraciones en las que se sueltan seis toros que corren por las estrechas calles empedradas del casco viejo de la ciudad y en la que los mozos ataviados de blanco, con pañuelos rojos y periódicos enrollados en la mano como única arma defensiva, se mezclan con las reses, ofreciendo al visitante unas fiestas únicas y llenas de adrenalina que no puedes perderte.

Además, en los primeros días de otoño, el visitante puede disfrutar del ambiente creado por las labores de la vendimia, en la Fiesta de la Vendimia de Olite.

Navarra - hoteles con encanto y casas rurales

Atrévete a descubrir Navarra. Disfruta de sus fiestas tradicionales y descubre los secretos que esconden sus misteriosas montañas. Su folclore y sus paisajes la convierten en una región ideal para unas vacaciones culturales en pleno contacto con la naturaleza; y sus románticas aldeas, invitan a los viajeros a pasar una escapada romántica inolvidable. Sean cuales sean los motivos de tu viaje, en SecretPlaces te ayudamos a encontrar el mejor alojamiento, desde hoteles con encanto hasta las casas rurales más bellas. Haz las maletas y adéntrate en este reino lleno de magia y maravillas.

Dónde ir en Navarra

Fruto de su interesante historia es todo el patrimonio monumental que posee Navarra en sus diversos pueblos y ciudades. Lugares tan evocadores como Roncesvalles, donde Carlo Magno perdió la batalla; Artajona, una villa de apariencia medieval, rodeada de murallas; Estella, conocida como la Toledo del Norte, por su rico patrimonio histórico y artístico; Olite, sede de antiguos reyes navarros; Tudela, una ciudad monumental, encrucijada de caminos entre Francia y España; y Pamplona, su capital, fundada por el general Pompeyo y que aún guarda vestigios de las numerosas culturas que en ella se asentaron.

La visita a la capital navarra comienza por la Pamplona de los Burgos, un conjunto de barrios de origen medieval que constituyeron el germen del actual núcleo urbano. No podemos dejar de recorrer tampoco la Cámara de Comptos (el edificio más antiguo de la capital) ni el parque de la Ciudadela, un ejemplo vivo del crecimiento urbanístico modélico de la vieja Iruña.  

Cerca de Pamplona también se puede disfrutar de enclaves de gran belleza natural. Uno de los valles más importantes es el de Baztán, que se extiende rodeado de montañas y con pueblos de extremada belleza y encanto como Berroeta, Aniz o Ziga (todos ellos con gran cantidad de torres medievales y palacios). En esta zona se encuentra Elizondo, desde dónde se puede partir para visitar las cuevas de Zugarramurdi, conocidas por ser antiguo escenario de reuniones de aquelarres de brujas.

Navarra posee un numeroso y variado conjunto de espacios naturales, entre los que destacan el Parque Natural de Señorío de Bértiz, el Parque Natural de Urbasa y Andía (hábitat elegido por numerosas especies anfibias, magníficas aves, y en cuyas sierras encontramos especies como el jabalí, la jineta, el gato montés, el tejón y el lirón gris) y el Parque Natural de Aralar (donde podemos admirar monumentos funerarios neolíticos en excelente estado de conservación).

Gastronomía navarra

En Navarra siempre se ha comido bien, quizá por la influencia que tuvieron los monasterios que pueblan toda la región, dónde no sólo se alimentaba al espíritu sino también al cuerpo. Dicen que en la variedad está el gusto y, de las provincias españolas, la Comunidad de Navarra es la región por antonomasia de la variedad gastronómica.

Influenciada en igual medida por el arte culinario de Francia, el de Aragón y el del País Vasco, la cocina navarra se caracteriza por su gran calidad y frescura. Lo tradicional y lo vanguardista conviven en en armonía creando sabrosos platos como el cordero al chilindrón de Pamplona y el cochinillo asado.

La calidad de los productos autóctonos es uno de los grandes atractivos de la gastronomía de la región. Desde las cerezas de Ciriza, al salmón del Bidasoa, sin olvidarnos de los espárragos de la ribera, los pimientos del piquillo, las alcachofas de Tudela, la emblemática chistorra y las alubias pochas de Sangüesa. Es obligado también probar la carne de caza, entre la que destaca la paloma, el corzo, la liebre, la perdiz y la codorniz. 

Durante los últimos años, la cocina navarra ha introducido una novedad que ha significado un gran éxito: el pato de engorde de la comarca de Aranaz, que produce un "foie-gras" excelente. Los quesos de Navarra están considerados también entre los mejores del país, entre los que destaca el exquisito Roncal.

Navarra comparte con La Rioja y el País Vasco la Denominación de Origen Rioja en algunos de sus vinos - seis municipios navarros gozan de esta denominación. No obstante, esta región también cuenta con una denominación propia. En cuanto a bodegas, son dignas de mención las de Julián Chivite, con blancos, rosados y tintos de altísimo nivel; las Bodegas Ochoa, en Olite; Príncipe de Viana; y Señorío de Otazu.

Además del vino, otra bebida típica de Navarra es el Pacharán. Se obtiene mezclando el fruto de un pequeño arbusto silvestre, la endrina, con anís o aguardiente; este licor, que nació como una aplicación medicinal, se fabrica actualmente de forma industrial, aunque en Navarra las elaboraciones caseras siguen siendo frecuentes.

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