Aragón: montañas, ríos y pintura

Esta comunidad, frontera natural con Francia por los Pirineos Centrales, ofrece una tierra y un paisaje excepcionales que sorprenden al viajero por sus extremados e impresionantes contrastes. Aragón, dividido en las provincias de Zaragoza, Huesca y Teruel, cuenta con numerosos espacios naturales protegidos y es el último refugio de animales en extinción, como el quebrantahuesos. 

Uno de los rasgos más característicos del medio físico aragonés es el agua, que forma multitud de lagos glaciares o ibones. Estos nacen en cascadas de alta montaña, impresionantes hoces, gargantas y cañones.

Las temperaturas también varían, pasando del frío de nieve en el norte a climas más templados de las praderas del sur. Le invitamos a que recorra sus tres provincias, sus ciudades y pueblos monumentales para que conozca la historia y origen del país que hoy es España, ya que fue uno de los asentamientos de las civilizaciones mediterráneas.

Aragón - Hoteles con encanto

Desde los pies de los Pirineos hasta la parte central de la Península encontramos esta tierra de ríos, montañas y de pintores excelsos que tantos pueblos han ocupado a lo largo de los siglos. Secretplaces te ofrece una oportunidad perfecta para disfrutar de su increíble patrimonio, su fantástica gastronomía y la hospitalidad de su gente con esta selecta lista de hoteles con encanto en Aragón. Los mejores alojamientos para que pases una experiencia inolvidable en las montañas de Huesca, disfrutes de una escapada romántica en medio del encanto medieval de Teruel o te maravilles con los grandiosos monumentos de Zaragoza.

Dónde ir en Aragón

Zaragoza, la capital de esta comunidad, es una de las ciudades más monumentales de España. Cruzada por el caudaloso río Ebro, la antigua Salduba ibera, Caesaraugusta romana y Sarakosta árabe tiene uno de sus centros neurálgicos en la Plaza del Pilar. Aquí se alza uno de los mayores centros marianos de España: la Basílica de Nuestra Señora del Pilar eleva su estructura barroca sobre una moderna plaza. En su exterior destacan cuatros torres y una inmensa cubierta de colores, mientras que en el interior llama la atención el Retablo Mayor – realizado en alabastro – la imagen de la venerada Virgen del Pilar y las pinturas de Francisco de Goya, realizadas en las cúpulas. 

También merecen una visita palacios renacentistas como el de los Pardo – hoy Museo Camón Aznar – y el de Montemuzo – sede de la Hemeroteca y Archivo Municipal; además de los de Donlope y el de los Marqueses de Huarte. Y es imprescindible visitar el Palacio de la Aljafería, majestuosos palacio árabe de estilo mudéjar – del siglo XI. Grandes avenidas “afrancesadas” nos llevarán al Paseo de la Independencia y la Plaza de Aragón; por estos aledaños podemos visitar la Basílica de Santa Engracia, Correos, el Patio de la Infanta y el Museo Paleontológico. 

Huesca, situada a los pies de los Pirineos, ofrece parajes naturales y monumentos medievales de increíble belleza. En la fértil comarca de la Hoya, protagonista de una historia de más de dos mil años de antigüedad, se encuentra el Coso, límite de las antiguas murallas medievales que delimita un interesante entramado urbano, presidido por la Catedral – construida entre los siglos XIII y XVI por Don Jaime I, que inició su edificación sobre los restos de la Mezquita Misleida. 

El Museo de Huesca, fundado en 1873, está instalado en el antiguo Palacio Real donde encontramos, entre otras, piezas de arte ibérico y romano y tallas de los siglos XII y XIII. Hay que destacar también el Monasterio de San Juan de la Peña – Castiello de Jaca – formado por dos construcciones: el Monasterio Nuevo, del siglo XVII y estilo barroco, y el Monasterio Viejo, del siglo X y estilo románico. 

Teruel, erigida en un alto del sur de la Comunidad, conserva en su casco histórico un importante legado medieval, consecuencia de un largo dominio musulmán. La torre catedralicia, así como las de San Salvador, San Martín y San Pedro son las joyas de un conjunto monumental mudéjar que está declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. 

En la loma de la Sierra de Gudar, sobresale el conjunto medieval de estilo gótico del Castillo de Mora de Rubielos – del siglo XIV. El estilo de Mudéjar se encuentra ampliamente en la provincia: la torre de la Iglesia de San Martín y la entrada a la sacristía, en San Martín del Río. Y en otros monumentos como la torre de la Iglesia de la Asunción, en Báguena, la torre vieja de la Iglesia de la Inmaculada, en Santa del Campo o la torre octagonal, de la famosa Iglesia de la Asunción, en Muniesa. También son muy destacables la Iglesia de Santa María la Mayor, en Montalbán; y la torre de la Iglesia de la Asunción, en Albalate del Arzobispo.


Gastronomía aragonesa

La Comunidad Autónoma de Aragón posee un rico patrimonio gastronómico, herencia de los distintos pueblos que por ella han pasado. Sus señas de identidad se caracterizan por el producto que brinda la tierra y su posterior transformación, dando lugar a lo que hoy se conoce como recetario clásico.

En la huerta aragonesa pueden encontrarse gran variedad de excelentes frutas, verduras y legumbres, de las cuales hay que destacar el cardo y la borraja, cada vez más valorada y presente en las cartas de los restaurantes de calidad; alubias, cebollas de Fuentes, espárragos de la ribera del Ebro, o los excelentes aceites del Bajo Aragón, en los que destaca la calidad de la aceituna con la que se han elaborado. 

Entre sus recetas más típicas podemos mencionar el Bacalao al Ajoarriero – cocinado con huevos y ajo – la Longaniza de Fuentes, el jamón de Teruel, el Pollo al Chilindrón – con salsa de pimiento, tomate, ajo y cebolla – el cordero a la pastora – cordero asado con ajo, sal gorda y hierbas – el Ternasco Asado y el Lomo de Cerdo a la Zaragozana – lomo con tomate, jamón, huevo duro, cebolla y ajo. Como especialidades vegetarianas destacan: la ensalada ilustrada – lechuga, tomate y otras verduras y bonito – y  el recao de judías blancas, patatas y arroz.

De la misma huerta aragonesa se obtienen unas excelentes frutas que se admiran en el resto de la península: peras, manzanas, cerezas, ciruelas, melocotones – con Denominación de Origen de Calanda – y fresas cultivadas, que no tienen nada que envidiar a las mejores silvestres.

Entre sus dulces más típicos cabe mencionar sus turrones, roscones y el Mostillo – dulce de galletas elaboradas con mosto. En esta Comunidad encontramos las Denominaciones de Origen de las zonas vinícolas de Cariñena, Campo de Borja, Calatayud y Somontano.

También se elaboran bebidas propias como el Aguardiente de Colungo y los licores de frutas.