El Estado de São Paulo, playa y montañas

El estado de São Paulo es el centro neurálgico de Brasil, con la mayor población y producción económica del país.

La capital, São Paulo, es la mayor de Sudamérica con 20 millones de habitantes si contamos con su área metropolitana. Todo son superlativos aquí: el mayor complejo industrial; el más alto número de inmigrantes; el mayor cosmopolitismo de América del Sur; la mejor infraestructura y una fuerza laboral altamente cualificada. Los “paulistas” han transformado la agricultura y la ganadería en una auténtica locomotora que tira del país.

El Centro Histórico de San Pablo posee bellezas arquitectónicas tales como el Teatro Municipal, inaugurado en 1911, y el Patio del Colegio, donde se fundó la ciudad. 

Pero el Estado de São Paulo no solo es uno de los mejores lugares de América Latina para los negocios, también es un lugar lleno de atractivos turísticos. Con más de 600 kilómetros de litoral, sus costas están salpicadas de las playas más variadas y diversas. Además, ofrece la posibilidad de visitar reservas de biosfera, montañas y, resumiendo, ser testigo de un gran despliegue de maravillas naturales. Un lugar ideal que conocer.

Estado de São Paulo - hoteles en la costa y resorts

Si te apetece conocer una región en la que puedes visitar ciudades de aspecto alpino en una región subtropical, conocer islas paradisíacas de playas de ensueño y a la vez plagadas de montañas, o disfrutar de una buena caipirinha mientras te relajas en un espléndido jardín junto al mar, el Estado de São Paulo te brindará la oportunidad perfecta para hacerlo. Secretplaces te trae una selección de los mejores hoteles con encanto y hoteles de costa en el Estado de São Paulo, cuidadosamente elegidos para que tu estancia sea tan espléndida como los paisajes que podrás disfrutar en esta tierra. Ya sea por negocios, o porque buscas un lugar idílico en el que pasar una deliciosa escapada romántica, déjate maravillar con su diversidad y con la experiencia que te ofrece.

Dónde ir en el Estado de São Paulo

El Estado de São Paulo se debe, eso está claro, a su ciudad más importante y del mismo nombre. Pero lo que a lo mejor no sabe mucha gente es que hay otra ciudad que cada 13 de junio se convierte en la capital simbólica del estado. Santos puede que sea conocida por muchos como la cuna del equipo de fútbol de Pelé, el Santos Futebol Clube, pero en realidad tiene mucho más que ofrecer. Con una enorme playa de siete kilómetros cortada por canales que estructuran la ciudad y perfecta para practicar deportes acuáticos, un gran acuario municipal, una encantadora red de tranvías (o “bondes como los llaman los locales), un jardín dedicado a las orquídeas así como los llamados jardines de playa, queda claro que alguien que visite la ciudad no tendrá tiempo para aburrirse. A eso tenemos que sumarle su puerto, el mayor de América Latina.

Campos do Jordão, por otra parte, es una ciudad diametralmente opuesta a lo que la gente imagina de Brasil. Por su altitud, (cerca de los 1700 metros sobre el nivel del mar) recibe muchos turistas debido a su clima, propio de una localidad de montaña. De hecho el aspecto de muchos de sus edificios es más propio de una región alpina que de una subtropical.

Y también podemos encontrar un enclave único en esta región: se trata de la Ilhlabela, un pequeño archipiélago situado en la costa norte de estado. Con uno de los paisajes más agrestes de toda la región, no solo posee algunas de sus mejores playas, sino que la mayor parte de su territorio presenta una orografía montañosa y en tan solo 350 km cuadrados incluye algunos picos como el de San Sebastián (de casi 1.400 metros) o el Morro Papagaio (de un poco más de 1.300 metros). Un auténtico paraíso de playas casi desiertas de aguas turquesas que no te puedes perder.

Gastronomía en el Estado de São Paulo

La cocina típica del estado varía en función de las regiones. En el litoral, por ejemplo, se dejan sentir más las tradiciones gastronómicas portuguesas y por ello abundan platos como los pucheros, sopas o los Bolinhos, una especie de pastelitos salados que se pueden preparar de maneras muy diferentes: con arroz, con patata… Y por supuesto abundan los productos que se pueden extraer del mar, entre los que destaca el marisco. Todo tipo de pescados y mariscos harán las delicias de los gourmands más exigentes.

Por otra parte en el interior, la traidición “caipira” bebe de las costumbres de la cocina africana, traída en la época colonial por los esclavos, así como la de los indígenas autóctonos de la región. Gente humilde – como los “troiperos” que conducían el ganado o los “carreteiros” que recorrían los caminos sobre carros tirados por buelles – que perpetuó sus platos, más sencillos pero no por ello menos sabrosos, como el delicioso y contundente Arroz Carreteiro – que varía en función de la región pero que trataba de aprovechar los restos de la carne de un churrasco o parrillada y se servía con arroz y verduras – o el Feijão Gordo – un estofado que lleva frijoles negros y diferentes tipos de carne y verduras.

Y no hay nada más típico para acompañar la comida que una buena caipirinha o una Tubaína, una bebida hecha de Guaraná y frutas.